Los emprendedores españoles son líderes en romper la brecha de género, por delante de países como Estados Unidos, Canadá, Alemania o Reino Unido. Las mujeres que lanzan ‘startups’ en España son 9 por cada 10 hombres, un resultado que pone al país al frente de la clasificación de paridad de Europa y Norteamérica, según el ‘Global Entrepeneurship Monitor’.
Este estudio, que se realiza cada año en 50 países con más de 150.000 entrevistas, reconoce que España supera con mucho la media europea en paridad entre los emprendedores, ya que en el conjunto del Viejo Continente es de 6 mujeres emprendedoras por cada 10 hombres-.
La principal medición de este estudio es el porcentaje de actividad emprendedora (TEA, del inglés ‘Total Early-Stage Entrepeneurial Activity’) que calcula la proporción de la población activa de un país que está ocupada en iniciar o dirigir un nuevo negocio, desde los que llevan tres o más meses poniendo en marcha una ‘startup’ a los que han alcanzado tres años y medio con un proyecto (más allá pasan a ser considerados empresarios establecidos por el estudio).
En este sentido, España vive una recuperación de su actividad emprendedora, que supuso en 2019 el 6,4% de la población activa, un incremento respecto a los últimos años (en 2016 fue del 5,2%); pero aún está lejos de los niveles de la crisis, ya que en 2007 llegó a alcanzar al 7,6% de la población activa.
Son datos aún muy lejanos de países como Brasil, donde la actividad emprendedora supera el 20% de la población activa, Estados Unidos (18%), Corea del Sur (15%), México (13%), Israel (13%), Países Bajos (10%) o Reino Unido (9%).
El miedo al fracaso, principal freno de las startups españolas
Los buenos datos en cuanto a la brecha de género contrastan con los motivos que frenan a los españoles a emprender. Aunque un 36% de los adultos españoles considera que hay buenas oportunidades para iniciar nuevos negocios (lejos del 80% de Suecia o el casi 90% de Polonia) y un 40% considera que es “fácil” iniciar un negocio; la realidad es que casi el 50% de los encuestados asegura que no se decide a comenzar por el miedo al fracaso.
Otro problema del movimiento ‘startup’ español es la dificultad para emprender dentro de las empresas, ya que el intraemprendimiento en el que el país se sitúa por debajo del 2%, frente a otros países donde se estimula esta actividad en las compañías, como Reino Unido (8%), Irlanda (7,5%) o Eslovenia (7%).
En definitiva, el sector emprendedor español está siendo muy efectivo en la inclusión de mujeres y hombres para lanzar ‘startups’, pero aún tiene dificultades para recuperar los niveles previos a la crisis económica de 2008 y sufre para romper la barrera del miedo al fracaso la hora de lanzar nuevas compañías.