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Cómo contribuir al turismo sostenible

Es una de las realidades que están cambiando nuestra forma de viajar y que debemos llevar a cabo para favorecer la salud de nuestro planeta. Te contamos cómo hacerlo.

Contaminación y cambio climático son dos de las realidades sociales que cada vez se tiene más en cuenta a la hora de hacer evolucionar cualquier sector económico. Como es lógico, el turismo no va a quedarse al margen, y como ya hemos explicado con la llegada de nuevas formas de viajar, todos debemos sumar para hacerlo posible.

La sostenibilidad a la hora de viajar y el turismo ecológico son tendencia exigida cada vez por más viajeros, comprometidos con la salud de nuestra tierra. Uno de los primeros pasos es escoger destinos poco masificados y que se encuentren fuera de los flujos habituales. De esta manera podremos conectar de mejor forma con el entorno y reducir el impacto en aquellas zonas turísticas más comunes. El colmo de la masificación lo podemos ver de forma cada vez más recurrente con las largas colas en el Himalaya o las playas llenas de sombrillas de nuestra costa. Por eso debemos tomar medidas.

Esta elección de destino es la primera recomendación del plan de la Organización Mundial de Turismo (OMT). Un plan en el que también hacen hincapié en la viabilidad energética de la forma en que viajamos y en una aportación económica responsable. Esto es, una notable redistribución de los beneficios del turismo en la zona que ayuden a crear empleo y oportunidades. Contratar guías locales para tus visitas es una forma sencilla de aportar a este cambio.

Herramientas para viajar de forma sostenible

Debemos redistribuir nuestros viajes. No se puede seguir manteniendo la estacionalidad tan marcada de las vacaciones en los meses del verano. Además, tenemos que repensar los medios de transporte que utilizamos, tema a debate en la última edición de FITURTechY.

Estudiemos los alojamientos en los que nos hospedaremos para conocer su certificación energética y busquemos una ubicación fuera de los grandes núcleos. Intenta decantarte por aquellos lugares que respeten el entorno y se gestionen con energías renovables.

Con tu maleta también puedes ayudar. Incluye pocos envases de plástico y la ropa realmente necesaria. Estoy contribuirá a reducir nuestra huella de contaminación durante las vacaciones. En ese sentido, cabe destaca cómo la isla de Bali, en Indonesia, ha impuesto una ley con la que prohibir de forma definitiva los plásticos de un solo uso.

La elección de los restaurantes también permitirá reducir nuestro impacto en la zona. Hay muchos lugares que ya apuestan por una tendencia conocida como SlowFood, o comida lenta, que piensa durante todo el proceso de elaboración en cómo impactar menos en el ecosistema.

Todos podemos dar pequeños pasos para aportar en la necesaria obligación de cuidar nuestro entorno. Y la forma en que viajamos también será responsable de este cambio.

Sergio F. Núñez